Las conclusiones se van a a publicar en una revista científica. El equipo psicológico identificó dos colectivos especialmente vulnerables: las personas con psicopatologías previas y los profesionales sanitarios.
El 80% de los pacientes requirieron seguimiento telefónico y herramientas con las que afrontar esas emociones.
Un año después, estas patologías siguen dándose en una población necesitada de certidumbre y normalidad, aunque a veces una simple llamada puede cambiarlo todo.